Cuando ya la memoria colectiva había olvidado el episodio de los licores y muebles de ratán, ingresados por la FACH como pertrechos de guerra ocurrido hace años, nuevamente nuestros amigos voladores nos deleitan con su última ocurrencia. Nada más y nada menos que 16 casas de 200 metros cuadrados para el alto mando. El caso es que no es el tamaño el que importa (como dijo godzilla), sino dónde las quieren construir… Les suena san Damián, San Carlos de Apoquindo pa’ arriba. La gracia le cuesta a la Fuerza Aérea solo 11.000 UF, algo así como 211 millones de pesos… CADA UNA.
El tema no es menor por dos cosas. El costo del terreno tiene una fuerte influencia en el valor final de la casa, o sea, las podían haber construido en La Reina y les salía harto mas baratas “quiridi”. Y segundo, son casas fiscales, construidas con fondos obtenidos por medio de la venta de otros bienes de la FACH, bienes fiscales, que a fin de cuentas son de “todos lo chilenos”, es decir míos, tuyos, de tus viejos, de los míos, etc., etc.
Pero lo que considero fundamental es que, en tiempos en que se esta comenzado a hablar de equidad en serio, cuando la iglesia pone en la discusión el salario ético, cuando toda la sociedad en su conjunto se compromete de una u otra forma a, por lo menos, debatir el tema en la sobremesa del almuerzo del domingo, viene el comandante a hablar justamente de lo contrario, a decirnos “Yo creo que de escandaloso no tiene nada”, a mi me parece que él “no ha entendido nada”. Cuando hablaba de construir "casas dignas", me dio tanta pena que pense en proponer la creación de un nuevo organismo llamado "Un techo para la FACH".
Habrá que esperar para ver si las mentadas casas se construyen, o finalmente prima el sentido común (a estas alturas el menos común de los sentidos) y domina la austeridad por sobre el despilfarro.
El tema no es menor por dos cosas. El costo del terreno tiene una fuerte influencia en el valor final de la casa, o sea, las podían haber construido en La Reina y les salía harto mas baratas “quiridi”. Y segundo, son casas fiscales, construidas con fondos obtenidos por medio de la venta de otros bienes de la FACH, bienes fiscales, que a fin de cuentas son de “todos lo chilenos”, es decir míos, tuyos, de tus viejos, de los míos, etc., etc.
Pero lo que considero fundamental es que, en tiempos en que se esta comenzado a hablar de equidad en serio, cuando la iglesia pone en la discusión el salario ético, cuando toda la sociedad en su conjunto se compromete de una u otra forma a, por lo menos, debatir el tema en la sobremesa del almuerzo del domingo, viene el comandante a hablar justamente de lo contrario, a decirnos “Yo creo que de escandaloso no tiene nada”, a mi me parece que él “no ha entendido nada”. Cuando hablaba de construir "casas dignas", me dio tanta pena que pense en proponer la creación de un nuevo organismo llamado "Un techo para la FACH".
Habrá que esperar para ver si las mentadas casas se construyen, o finalmente prima el sentido común (a estas alturas el menos común de los sentidos) y domina la austeridad por sobre el despilfarro.